
Vivir de escribir es el gran sueño de todos los escritores. Poder dejarlo todo y apartarnos adonde queramos. A escribir nuestras obras, nuestras novelas, nuestros ensayos, nuestros cuentos, nuestras poesías. Hay que tener en cuenta que en la escritura, lo habitual es que sea tiempo robado. Le robamos el tiempo a nuestros amigos, a nuestra familia, a nuestros otros hobbies, a nuestro trabajo. Siempre intentando encontrar un hueco a lo largo de la jornada para poder escribir.
Vivir de escribir: por suerte o por desgracia, escribir es sinónimo de constancia.
Pero hay gente que lo ha conseguido y en el mundo de la novela romántica no es algo extraño.
Nuestra invitada de hoy vive de escribir. Además, vive muy holgadamente. Doce años estuvo mandando sus manuscritos a diferentes editoriales que se lo rechazaron, hasta que en el año 2009 una pequeña editorial publicó su primera novela. Al año siguiente ganó el premio de Novela Romántica de Seseña y a partir de ahí la fichó Planeta y se convirtió en el gran fenómeno editorial que es Megan Maxwell.
Es la autora más vendida en nuestra lengua. Al día de hoy sus guerreras Maxwell se cuentan a millones en todos los países de habla hispana. Se han publicado sus novelas en todos los idiomas. Es un fenómeno editorial. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? A todas esas preguntas nos la va a contestar Mega en un momento, así que bienvenida Megan.
MEGAN MAXWELL: Encantada de estar aquí contigo.
J. DE LA ROSA: Sé que este tipo de cosas de las que vamos a hablar te las han preguntado muchas veces, pero ten en cuenta que nuestros oyentes, nuestros lectores son escépticos de la novela romántica en líneas generales. Por lo tanto, Megan. ¿Cómo te convertiste en la novela de la literatura y la novela romántica en particular que eres hoy en día?
MEGAN MAXWELL: Todo comenzó hace muchísimos años. A mí me gustaba mucho leer, pero nunca me había planteado escribir. Cuando empecé a hacerlo, lo mandaba a las editoriales y me decían que no, hasta que un día, cotilleando por internet, vi un curso que daba un tal José de la Rosa (risas) y me apunté a él. Fue divertidísimo y fue cuando nos conocimos. Nunca se me olvidará el día que me llamaste y me dijiste que no te había mandado la novela. Al final te la envié y al día siguiente me llamaste para decirme que la querías publicar
Entonces, pues digamos que todo comenzó gracias a ti y luego, bueno, yo seguí enviando mis novelas a las editoriales, algunas me seguían diciendo que no, hasta que llegué a otra que me dijo que sí y luego Planeta llamó a mi puerta y ahí empecé a trabajar con ellos.
Es la autora más vendida en nuestra lengua.
J. DE LA ROSA: ¿En aquella época pasaba por tu cabeza que serías la autora más vendida en nuestra lengua?
MEGAN MAXWELL: No, nunca. Ni en aquella época ni en otras épocas, nunca me lo pude imaginar, especialmente porque en aquella época las editoriales no daban oportunidades a las escritoras españolas que trabajaban la novela romántica. Si no eras inglesa o americana no te prestaban tanta atención.
J. DE LA ROSA: Me contaron una cosa, pero no sé si es cierta: que te tuvieron que sacarte en helicóptero de un aeropuerto de alguna ciudad de Sudamérica. ¿Eso puede ser verdad?
MEGAN MAXWELL: No tanto. Cuando llegué a Chile, yo iba con mi madre. Me acuerdo que se abrieron las puertas de desembarco. Yo vi muchísima gente y el cordón policial. Vi que la gente empezó a tirar el cordón y corría hacia donde yo estaba. Me paré con mi madre y miré hacia atrás. Alguien debía haber viajado con nosotras en el avión, pensé que un futbolista… y resulta que era yo. Tuvieron que llamar a seguridad y entonces nos tuvieron que evacuar por otra zona del aeropuerto.
J. DE LA ROSA: El fenómeno Megan Maxwell se basa en tu calidad literaria. Recuerdo cuando leí aquella primera novela tuya y dije “Cómo no la ha publicado nadie”. Pero tengo la impresión de que en tu caso también se unió trabajar con alguien como Esther Escoriza, de la editorial Planeta, que es una de esas editoras de raza que tuvo la capacidad de verlo. ¿Crees que es un conjunto de cosas las que llevan al éxito?
¿Cómo se fabrica el éxito?
MEGAN MAXWELL: Totalmente. Yo le mandé algunos manuscritos a Esther y los rechazó. Hoy en día nos reímos, porque muchas de aquellas están publicadas hoy con ella. Entonces, recuerdo que se puso en contacto conmigo porque había abierto un sello digital que se llama Zafiro y me preguntó si quería publicar, pero únicamente digital, no en papel. Yo dije que sí.
Me acuerdo que a los diez días me llamó y me dijo que la novela se había convertido en un best seller, y que si me animaba a escribir algo en papel. Y claro, imagínate que te pidan en papel una obra cuando tú ni siquiera lo estás proponiendo. Y ahí es donde publiqué “Melocotón loco”.
Para que veas que, a veces, todo encaja de tal manera que al final consigues un propósito sin realmente haberlo buscarlo.
J. DE LA ROSA: Para la gente que te conocemos, tus lectores, las guerras Maxwell.., sigues siendo la misma. Pero algo ha tenido que cambiar, ¿qué ha cambiado y que ha permanecido?
¿Cómo te ha cambiado el éxito?
MEGAN MAXWELL: Lógicamente hay cosas que cambian. Por ejemplo, me he divorciado y ahora vivo en otra casa, pero el resto sigue igual. Sigo teniendo los mismos amigos, me sigo tomando las misma Coca-Colas, sigo manteniendo mi manera de ser, porque pienso que cada uno tiene una manera de ser que es muy difícil de cambiar.
J. DE LA ROSA: ¿Qué le recomendarías a aquellos escritores que quieran vivir de escribir?
MEGAN MAXWELL: Trabajar mucho. Yo trabajo doce horas al día y llevo mis redes sociales, porque me sigue gustando tener esa empatía, o ese tú a tú, con el lector. Así que lo que yo recomendaría a la persona que quiera vivir de escribir es que primero disfrute con lo que esté haciendo y si disfruta él los demás lo harán.
J. DE LA ROSA: Te he visto en la prensa y en la tele sentada, por ejemplo en los premios Planeta, al lado de las cabezas más ilustres de la literatura española de este país. Cuando dices que eres autoras de novela romántica y erótica, ¿has notado alguna ceja alzada?
MEGAN MAXWELL: Sí, me acuerdo del primer año que fui, me sentía desubicada porque estaba en un sitio que siempre he visto en la tele, en las noticias. Luego vas cada año y te van conociendo y ves que la gente ya dice ¡hola! Y hay veces que te dicen hola con una sonrisa y piensas que pasa por sus cabezas: ¡hala, esta es la de la novela erótica!
J. DE LA ROSA: Una cosa que quizá nuestros lectores no sepan es que, aparte de escritora, eres una gran lectora. Me gustaría que me dijeras hacia dónde crees que está yendo la novela romántica en nuestra lengua.
MEGAN MAXWELL: Pienso que va por un camino estupendísimo. Hace unos años ibas a comprar una novela romántica y estaban al fondo de la librería, casi escondidas, y ahora vas a una librería y están en los primeros puestos, muy bien localizadas. Yo pienso que la novela romántica va hacia algo muy bueno.
J. DE LA ROSA: ¿Hay algo por ahí sobre una serie de televisión?
Su serie “Pídeme lo que quieras” va a ser llevada a la pantalla.
MEGAN MAXWELL: Sí, de momento he vendido los derechos de la de la saga “Pídeme lo que quieras”, que son siete libros, a Warner España y estamos guionizándolos para hacer la primera película. También estoy en negociaciones con otras productoras para otros libros míos, pero por ahora no puedo decir nada.
J DE LA ROSA: Nuestros lectores, nuestros oyentes, no suelen ser aficionados a la novela romántica. ¿Qué argumento les puedo dar para que lean a Megan Maxwell?
MEGAN MAXWELL: Pues yo les diría que si quieren pasar un rato divertido leyendo algo que les haga sonreír o emocionar, o algo que les suba la libido, no se pueden perder a Megan.
J. DE LA ROSA: Eres una autora muy prolífica y creo que tu nueva novela publicada es una de las últimas entregas de la guerrera.
MEGAN MAXWELL: así es, salió de hace unos días y se llama “Un corazón entre tú y yo”, y es la sexta entrega de “Las Guerreras Maxwell”. Digamos que en mi saga medieval.
J. DE LA ROSA: Cuéntanos un poco de qué va la saga, y también de qué trata esta novela.
MEGAN MAXWELL: La saga empezó con “Deseo concedido”, que escribí cuando no publicaba novelas. Quería escribir algo medieval donde la protagonista se llamaba Megan. Le puse mi nombre. Me creé una vida en el siglo XIII. Como me gustó la experiencia, escribí una segunda y así… me gusta mucho escribir sobre mujeres.
A veces me han dicho que en el siglo XIII no existían mujeres como esas. Yo creo que sí existieron, aunque seguramente les cortaron el cuello por ser tan irreverentes. Mi serie sobre las guerreras trata de mujeres que van un poco adelantadas a su tiempo y que encontraron a un hombre que supo entenderlas.
En esta última entrega, aparece un vikingo que vino de Noruega en el libro anterior. En aquella novela lo dejé solito y ahora me planteé “pues voy a buscarle una guerrera”. Intento que sean divertidas, que sean las típicas novelas que cuando la estás leyendo te rías o te hagan sonreír.
J. DE LA ROSA: ¿Alguna de tus novelas es tu preferida?
MEGAN MAXWELL: Sí, hay una novela que yo creo que es mi preferida, aunque a todas las quiero por igual. La que más éxitos me ha dado, lógicamente, ha sido “Pídeme lo que quieras”. Pero mi novela preferida es la que le escribí a mi madre, que es la historia de amor de mis padres, pero con un final de película, y se llama “Hola, ¿te acuerdas de mí?”. Está dividida en dos partes, la primera es la historia de su amor y la segunda es lo que yo me he inventado para darle ese final de película que mi madre se merecía, que en la vida real no lo tuvo.
J. DE LA ROSA: ¿En cuántos idiomas estás traducida?
MEGAN MAXWELL: En mucho, por lo menos en catorce. El que más nos costó fue el inglés.
J. DE LA ROSA: Megan, recomiéndanos algunos libros.
MEGAN MAXWELL: Pues mira, lógicamente te voy a recomendar el que ha escrito mi hija. Si, si, mi hija. El año pasado, en octubre, escribió su novela. Es un libro que lo puedes leer siendo una persona joven, porque mi hija tiene 23 años, y lo ha escrito para la gente de su edad. Pero yo, que lo he leído como madre de una personita de 23, 24 años, opino que puede leerse a cualquier edad, porque te enseña cosas que a lo mejor tu ni siquiera te planteas.
J. DE LA ROSA: Siempre terminamos las entrevistas con un par de afirmaciones que yo busco en redes sociales, cosas que la gente postea, etcétera. Y me gustaría que tú me dieras tu opinión sobre estas dos afirmaciones. La primera: “No se puede vivir de escribir. Es un hobby, no un oficio”.
MEGAN MAXWELL: Eso es mentira. Yo particularmente vivo desde hace años escribiendo. También te digo que es muy difícil y no todo el mundo puede vivir de escribir. Pero sí se puede conseguir. De hecho, yo lo he conseguido.
J. DE LA ROSA: La segunda. Más o menos refiriéndose al tema del que estamos tratando y dice: “Ees cuestión de suerte”.
MEGAN MAXWELL: Es cuestión de muchas cosas, pero también es cuestión de trabajo, de constancia, porque tú puedes escribir un libro y te lo pueden publicar, pero si no te curras el siguiente, a lo mejor ya no te lo publican. Y si cuando he publicado cuatro, si tú no te lo curras con la misma gana, el quinto no tiene por qué funcionar. Así que pienso que es cuestión de trabajo, constancia y, por supuesto, suerte.
J. DE LA ROSA: Megan, pues hasta aquí llegamos. Sabes que ha sido un placer. Tenía muchas ganas de hacerte esta entrevista.
MEGAN MAXWELL: Para mí sí que ha sido un placer.
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